La mal llamada "Comisaría" de la calle Luis Antúnez, en Las Palmas de Gran Canaria, fue un centro de detención y tortura pocos días después del golpe de estado fascista del sábado 18 de julio del 36.
Por allí pasaron cientos de sindicalistas, maestros, cargos públicos, alcaldes, diputados, concejales, militantes de la izquierda que fueron masacrados por la tortura y el maltrato, hombres colgados por los ojos con ganchos de hierro, decenas de ahorcados en las sogas que tenían colocadas en los techos de cada habitación
habilitada para hacer sufrir, otros que morían desangrados por los latigazos de
las varas de acebuche y las pingas de buey. Pasarse una semana colgado del
techo recibiendo todo tipo de puñetazos, patadas y azotes de los falangistas
era lo más habitual en este siniestro edificio, de allí salieron casi muertos
los desaparecidos de Agaete, que luego fueron arrojados a la Sima de Jinámar,
sindicalistas asesinados, mujeres republicanas violadas en noches enteras de
golpes, gritos, alaridos de dolor, que hasta hace poco recordaban algunas
vecinas de la zona contándolo casi en un susurro de miedo.
Actualmente este edificio es el Colegio La Salle, un centro privado de la Iglesia Católica, concertado con la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Ni Ayuntamiento de LPGC, ni Cabildo de Gran Canaria han recordado este lugar del crimen con una mísera placa, con un mínimo monumento de homenaje a los demócratas que allí fueron torturados, asesinados, destrozados golpe a golpe. Es de justicia esta demanda, en ti está la solución, si hacemos que este texto llegue a cada rincón del planeta.
Actualmente este edificio es el Colegio La Salle, un centro privado de la Iglesia Católica, concertado con la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Ni Ayuntamiento de LPGC, ni Cabildo de Gran Canaria han recordado este lugar del crimen con una mísera placa, con un mínimo monumento de homenaje a los demócratas que allí fueron torturados, asesinados, destrozados golpe a golpe. Es de justicia esta demanda, en ti está la solución, si hacemos que este texto llegue a cada rincón del planeta.
Esa ocultación de lo que fue este siniestro lugar por parte de los grupos de gobierno del cambio de Cabildo-Ayuntamiento de Las Palmas (PSOE-Podemos-Nueva Canarias) no es más que una muestra clara de que estos partidos también son parte del engranaje del encubrimiento del genocidio fascista, por lo tanto también fascistas.
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