domingo, 29 de diciembre de 2019

Lola y Rosa, parte de mi sangre y de mi lucha

"(...) Yo después de aquello que me hicieron en el Camino Viejo de San Lorenzo ya decidí no volver a salir a la calle con el vestido rojo de la UHP, si hubiera estado sola no me hubiera importado que me fusilaran, pero mis pobres sobrinos huérfanos me necesitaban, tu abuela Lola tan triste y sin parar de llorar durante años cuando recordada a Pancho y al niño Braulio. Aquellos falangistas abusaron de mi entre todos cuando tenía 22 años, pero no perdí jamás ni la dignidad ni la decencia, tal vez por eso nunca volví a tener pareja, me encerré en mi misma como otras mujeres que sufrieron el terror del fascismo
¿Él luto? No me lo quité en muchos años, pero ese luto que más llevaba y llevo por dentro fue de lo que me hicieron aquellos fascistas cuando iba a trabajar las seis de la mañana a las plataneras de los Ramírez, este luto fue por el pobre Pancho cuando lo fusilaron en el campo de tiro de La Isleta, el luto más grande fue por mi niño Braulio cuando delante de nosotras le destrozaron la cabeza contra la pared de la casa. Ese luto nunca me lo pude quitar, tu sabes que yo soy creyente, siempre te he dicho que el primer comunista de la tierra fue Jesucristo, por eso leo estos viejos libros de santos y vírgenes como dice Diego, tu padre. Es lo único que me quedó a lo que agarrarme, destrozaron nuestra familia esos asesinos, sus herederos seguirán siempre tratando de que jamás salga a la luz lo que nos hicieron, te encontrarás hasta alguno que presuma de ser de izquierdas, estos están infiltrados en todas partes, son perros asesinos y nunca dejarán de serlo..."
Fragmento de la entrevista a mi tía Rosa García, realizada el 2 de mayo de 1978 en su casa de El Puente (Tamaraceite) Gran Canaria.
Imagen: Lola y Rosa, parte de mi sangre y de mi lucha

1 comentario:

  1. Premonitoria la gran Rosa García, ya hemos visto el negacionismo del algunos fascistas con el asesinato del niño Braulio, como si una familia que tanto ha sufrido tuviera la necesidad imperiosa de inventarse más crímenes. Eso solo puede venir de personajes que tienen mucho que ocultar en sus familias, manos manchadas de sangre que no la pueden limpiar ni con el agua sabor a mierda de su vergonzoso poder. Cloacas, a mi me huele a mierda.

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