Solo por estar amparados por ese criminal fascista de lesa humanidad tenían que haber sido expulsados de España, sacados a hostias como al tal Alfonso de Borbón, que lo echaron no por rey sino por ladrón, como diría el gran Valle Inclán.
La imagen lo dice todo, la genuflexión ante el criminal de estado Francisco Franco Bahamonde, la prolongación de lo más aberrante de la especie humana en una monarquía avalada por todos los partidos, hasta por el PCE que entró en el juego de la traición a los cientos de miles de asesinados y sus familias.
Jamás serán perdonados por la historia, jamás por quienes hemos sufrido directamente ese genocidio fascista en nuestras familias. De aquellos barros, estos lodos de mierda.
Ni olvido, ni perdón.
ResponderEliminarSiempre en la memoria
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