"El litio vale demasiado para permitir el gobierno de un puto indígena piernas negras", decían en las calles de La Paz algunos manifestantes, fanáticos religiosos de la Iglesia Evangelista, caras de odio y biblias en la mano quemando banderas wiphala.
La oligarquía boliviana financiada por los Estados Unidos, la Unión Europea y capital foráneo del Reino de España, montaron este brutal golpe fascista, jamás sabremos cuantas personas están siendo asesinadas, los medios de comunicación al servicio del imperialismo tapan cada muerte, cada crimen, cada tortura, dulcifican los cadáveres amontonados en cualquier sucia y siniestra morgue, al igual que vienen haciendo en Chile o Ecuador.
De nuevo "Los Nadie" pagan con su sangre, esos a los que despectivamente les dicen que no hacen arte, sino artesanía, los que sufren todo el horror de los intereses económicos con balas y torturas salvajes, la represión, el genocidio organizado. No importa cuantos mueran, les es indiferente la sangre derramada, si al final se quedan con todo, imponiendo un gobierno títere cuanto más fascista y más criminal mucho mejor. Se frotan las manos en España las grandes corporaciones, los bancos, los grandes emporios de la energía que roban y destruyen selvas enteras por un poco de gas o petróleo, da igual cuantos indios caigan acribillados a balazos.
Ni el muñeco diabólico, Pedro Sánchez, ni el borracho degenerado y corrupto Jean-Claude Juncker, dirán nada, solo reconocerán a una nazi impuesta por las armas en la presidencia de este país soberano, seguirán riendo a carcajadas, firmando nuevos decretos para saquear los recursos de una tierra que pertenece a los pueblos originarios, jamás podrán lavar la sangre indígena de sus manos, pero les importa una mierda, seguirán amparando al fascismo más criminal.
Imagen: Mujeres lloran junto al ataúd de una de las ocho personas asesinadas en una protesta de simpatizantes del expresidente Evo Morales en Sacaba, Cochamba. (Foto AP/ Juan Karita) |
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