miércoles, 1 de noviembre de 2017

El día de los muertos

Frasquita González, salió con sus chiquillos aquel 1 de noviembre cuando todavía no había salido el sol a buscar plastas de vaca en la montaña de San Gregorio, caminaban por el camino viejo de San Lorenzo y se tropezaban con los conejos que retozaban en sus lugares de encuentro, a los niños les hacía mucha gracia, luego comenzaron a subir la pronunciada cuesta entre los cardones y tabaibas.

Manolo, José, Juan y Lola ayudaban a su madre, ninguno llevaba zapatos, subían descalzos la empinada ladera, había que buscar mucho, el hambre de los años 40 era brutal, los efectos de la guerra en la península hacían que en la isla todo fuera desolación, no había comida, las haciendas agrícolas estaban vigiladas por los sicarios fascistas, los mismos que estaban asesinando de forma masiva a miles de canarios, desde la misma noche del golpe de estado, el sábado 18 de julio del 36.

Bajando del morro venía un grupo de falangistas que salían cada día para tratar de cazar a los escasos rojos evadidos, el pelotón lo encabezaba el miembro de Acción Ciudadana apellidado Penichet, el resto eran jóvenes de Tamaraceite, San Lorenzo y Guanarteme, cuando vieron a Frasquita con los niños hicieron una parada, el fascista se le acercó y le dijo:

-Mucho cuidado con lo que hacen estas son tierras del Conde y más tu que eres una puta casada con un maricón comunista-

Frasquita lo miró en silencio pero no agachó la cabeza a lo que el fascista reaccionó con un fuerte golpe con la palma de la mano en la cara de la mujer.

Los chiquillos lloraban y se abrazaron a sus piernas, Penichet cruzó los brazos con el máuser al hombro y un brazalete con el yugo y las flechas en su brazo derecho:

-Ya sabes bien que en esta tierra no tienen sitio las putas y bastardos de los rojos separatistas, lo mejor que puedes hacer es coger un barco y marcharte, aquí solo admitimos a gente de bien que respete la inmensa misericordia de nuestro señor Jesucristo. No cabes ni tu ni tu escoria de marido en la patria de la Santa Cruzada- exclamó en una especie de arenga que retumbaba en el eco de la Barranquera Honda.

La mujer que tenía un labio roto del brutal golpe, por el que le brotaba la sangre por su barbilla y cuello se mantuvo entera, solo consolaba a los chiquillos y les tapaba los ojos para que no vieran al energúmeno plantado en medio del sendero:

-Parece mentira que nuestras familias se conozcan de toda la vida en nuestro pueblo y tu nos hagas esto a una mujer y a unos niños indefensos que no te han hecho ningún daño- le dijo Frasquita mirándolo a los ojos y sin flaquear ante las amenazas del criminal:

-Vayámonos Pepe, déjala ya , no vez que los chiquillos están viendo todo- le dijo Santiago Bravo, uno de los falangistas, en el momento en que Penichet ya estaba sacando la pistola para disparar sobre la mujer y los niños.

Enfundó la Astra en su cartuchera mirando a Frasquita con unos ojos de odio que le penetraron el alma:

-Ya te cogeré hija de puta, ya te cogeré, te voy a mandar la polla antes de matarte y cortarte a cachos perra asquerosa- gritó el jefe con las venas hinchadas en su cuello.

La mujer recogió el saco con las escasas bostas y con sus hijos agarrados a su falda negra bajó la montaña, no miró para atrás, llegó a temer que les dispararan por la espalda, como ya era habitual en aplicación de la siniestra “Ley de fugas”, pero no se escuchó más que las maldiciones de Penichet que resonaban a lo lejos, las palabras de Bravo que parecía estar agarrándolo.

Llegaron a la humilde casita-cueva de Tamaraceite y quemaron la bosta seca para preparar un caldo de cilantro, con solo dos papas para cinco comensales, unas pencas de tunera cortadas en trocitos y un tomate podrido que encontraron por el camino, luego se acostaron en el colchón de paja, los niños y la niña se le abrazaron por todo su cuerpo, los tranquilizó hasta que pararon de llorar y se durmieron en un sueño que pareció como un viaje, un vuelo de paloma herida hacia el territorio remoto de la paz y la querencia.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es

Dibujo de Castelao "O paraiso feixista"

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