El capitalismo y la Madre Tierra

Más de 500 millones de animales muertos en los incendios de Australia nos muestran el triste camino de la extinción de la vida, una isla gigantesca repleta de riqueza natural en manos del furor capitalista, seres vivos únicos en el planeta quemados vivos mientras desesperados buscaban refugio en el universo de los bosques, el antiguo hogar que ahora es lo más cercano al infierno, la codicia humana provocando fuego para que no quede rama sobre rama, la destrucción de la vida para facilitar el reparto del pastel terráqueo y sus riquezas naturales entre unos pocos. Dingos, koalas, canguros, tortugas de cuello corto, numbats, wallabies, Bilis, ornitorrincos, demonios de Tasmania, wombats, aves lira de Alberto y un largo etcétera de especies masacradas bajo el fuego, las llamas de la sinrazón, del egoísmo, del especismo ilimitado, del principio del fin de la consumación global, también de la desaparición de una especie humana entregada al triste oficio de la destrucción de la Madre Tierra.

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