Risas, fascismo y compadreo

Las risotadas de Pablo Iglesias junto a Espinosa de los Monteros de Vox y Arrimadas de Cs, definen a la perfección el grado de putrefacción de este régimen, a mi la verdad no me gusta la polémica porque soy consciente de que hay gente que no ve más allá de lo que diga su líder supremo a quien defenderán haga y diga lo que sea, aprovechando cualquier crítica para llegar casi al acoso virtual con todo tipo de comentarios insultantes en las redes sociales, por eso lo mejor es no caer en ese culto a la personalidad, tener como referente a la historia y sus procesos revolucionarios, la grandiosa lucha de la clase obrera mundial y cada revolución armada o pacífica, que ambas valen para conseguir arrodillar al criminal capitalismo.

Aunque mucha gente que de verdad son de izquierdas se hayan echado las manos a la cabeza ante la “juerga” grabada de Iglesias con el dirigente de ese partido ultraderechista, era absolutamente previsible lo sucedido, las copichuelas en el Congreso por un par de euros dan para mucho, el colegeo entre todas las fuerzas políticas es más que habitual, juegan un papel teatral cuando se pelean desde sus estrados, para luego pasarse la mano, picarse el ojo y amigos como siempre. A esos niveles todo se corrompe, escapan muy pocos, para mi algunos dignos son la gente de Bildu o la CUP, gente de Ezquerra como Rufián y para de contar, los mismos que no han ido a rendir pleitesía al Borbón, pero tristemente la cosa va de todos protegerse sus inmensos sueldazos, sus privilegios, su inmunidad por si meten la mano, sus pensiones vitalicias, su alto nivelazo de vida en sus chalés, lujos caros, etc., etc.

A pesar de lo esperado chirría mucho ver al plenipotenciario líder de Podemos de cachondeo patrio con el tipejo de Vox, es un insulto a las miles de mujeres asesinadas que su partido no condena y hasta justifica, a las niñas y niños trans que reciben el acoso, la ridiculización y el insulto de esta organización política de ultraderecha, a las personas migrantes que sufren su odio brutal, a los menores en desamparo que despectivamente llaman “menas”, a las cientos de miles de familias de las personas asesinadas por el franquismo, más un largo etcétera de barbaridades que demuestran que a estos personajes ni agua, ni risas, ni otras mierdas.

Pablo metió la pata hasta el fondo, quiero pensar que en su fervor constitucionalista acabó de vacilones baratos con el falange, lo cual no tiene justificación, ni explicación posible, por mucho que se agarre a la “Navidad” y al “buen rollito humano” de comida de empresa y tal y cual, el vídeo lo dice todo, sobran las palabras y duele en la conciencia de cualquier persona decente que haya sufrido el horror del fascismo en sus carnes o en su familia como es mi caso, es algo así como echarse unos rones con él Dóctor Menguele, con Hitler, con Pinochet, con Videla, con Billy “El Niño”, el colmo de esperpento patrio.

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