domingo, 14 de julio de 2019

El cementerio de los fascistas

Tienen flores los asesinos fascistas a pocos metros de la fosa común del cementerio de Las Palmas, ese lugar de exterminio que los gobiernos PSOE-PODEMOS-NUEVA CANARIAS en el Ayuntamiento de Las Palmas GC y el Cabildo GC, han cerrado todas las puertas a su excavación. Allí está mi abuelo, Francisco González, allí está el alcalde comunista de San Lorenzo, Juan Santana, el periodista lanzaroteño Manuel Fernández, los cinco de Telde, los cinco de La Isleta, los 21 militares republicanos de Sidi Ifni, heroicos resistentes al golpe de estado, allí están todos con los huesos destrozados por la tortura, por los disparos, más de 67 hombres de bien, acribillados a balazos por defender la democracia y la libertad. 
Tiene el cementerio flores, yugos, flechas, cruces gamadas, emblemas de la muerte y el holocausto, homenajes a los asesinos, sin que estas entidades públicas apliquen la Ley de Memoria Histórica con quienes exaltan impunemente el terrorismo fascista. Solo se aplica con rigor el desprecio hacia las familias que exigimos recuperar los restos de nuestros muertos, se nos humilla con informes sin rigor, sin dar una mínima posibilidad a que se pueda excavar la fosa común para ver lo que hay debajo de la tierra. 
En el cementerio de Vegueta, en esta triste ciudad de Las Palmas GC, estos partidos de la "izquierda" más traidora que ha visto nuestro pueblo permiten y amparan el homenaje diario al fascismo, sus tumbas son mausoleos lujosos siempre con flores frescas, la fosa de los republicanos es un vertedero sin ninguna señal de que allí reposa la dignidad democrática, la lucha por la libertad y la justicia social. 
Sentimos tristeza las familias cuando vamos a poner flores en el lugar donde ni siquiera tenemos una tumba, sentimos tristeza cuando vemos que en pleno 2019 se permite la apología del genocidio desde instituciones supuestamente democráticas, viendo la simbología de los criminales que impunemente es visible en todo el cementerio del escarnio, de la maldad ilimitada, de la depravación de quienes ejercen la política desde la humillación y el abuso de poder.

Imagen: Foto de una de las tumbas con simbología fascista en el cementerio de Las Palmas propiedad de su Ayuntamiento.

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